Por pensar en otras cosas...Adiós Emperador ¡¡¡

Si, se que lo sabéis, bueno o eso creo. Ahora tengo cosas que me preocupan y me ocupan mucho, más de lo que me gustaría. No es por evadirme gratuitamente de mis problemas, ni mucho menos. Tengo cosas que contar, y estos días más. Cosas desagradables, cosas que prefiero madurar antes de escribir...cosas que te crean postilla, y que te endurecen sin querer, aunque no te haga falta y aunque tú no lo hayas pedido.

Esta semana recibí una bofetada de las que duelen, una más y que por desgracia, imagino que no será la última. Pero da igual, a esto no se acostumbra nadie, y aunque te sientas observado entre los tuyos diciéndote por dentro "que no me pregunten", sabes que ellos te miran diciendose por dentro "de que le pregunto ???"...curioso o ridículo, los ojos nos delatan, y si esos ojos son cercanos de los de verdad hablan sin ni siquiera mirarlos. Benditas miradas...

Pero hoy, al menos ahora, me perdonaré, y me evadiré hablando de un "dios", pero de los de verdad, de los carne y hueso, de los que han hecho sentir a millones de personas momentos impagables...de los que han hecho sentir admiración infinita, de los que han repartido felicidad...Para mi uno de los máximos exponentes de la Historia del Deporte Moderno, y uno de los que elevan a lo sublime todos los valores con los que un atleta se siente identificado. Haile Gebreselassie dice adiós al Atletismo. Y eso, se quiera o no, al menos para mi es grave...porque yo, como muchos, me moriré sin ver volar por el tartán o por el asfalto al Dios Gebreselassie.

Si tenéis cosas de esas que todos tenemos, de las que a veces no le encontramos solución a corto plazo y preferimos madurar antes de contar, os recomiendo ver pacientemente el documental El Emperador. A mi al menos, durante unos minutitos me ha servido para eso, para no contar lo que de verdad me preocupa...Ahí va eso:

EL EMPERADOR I
EL EMPERADOR II

Impossible is nothing...o como dicen otros: "más hace el que quiere que el que puede"...no suena igual, ni es el slogan de una reconocida marca deportiva, pero es una verdad verdadera e irrefutable.