O como afrontar un descanso obligado, necesitado…y merecido, esto último me lo digo yo. Dice el RAE en su segunda acepción que sabatismo es un descanso tomado después de un trabajo asiduo. Eso hice yo, trabajar “asiduamente”, cada 12 horas de descanso, 12 horas de trabajo durante más de 10 años. Empecé muy, pero que muy joven a pagar eso denominado IRPF en cantidades nada despreciables, hasta hace muy poco, algo más de 1 año y medio. Usé monos de trabajo, casco, ropa casual, traje y corbata…me relacioné con gente excelente y gente mediocre, de la que aprendí casi por igual, lo bueno y lo malo respectivamente. Entre todos me hicieron aprender mucho de lo que sé, si es que sé algo. Digo mucho, porque evidentemente, también aprendí de mis padres y mis hermanos…tonto hubiera sido si de tremenda familia no hubiera aprendido “algo”…les debo ser como soy, con todos sus defectos y alguna virtud que otra, pero esto se merece una entrada especial.
Retomando…un periodo sabático se caracteriza principalmente por hacer, decir, vestir lo que te venga en gana. También se suele conocer mejor a la gente que conocías (a veces para bien y otras, demasiadas, para mal) y también se suele conocer a gente nueva, personas que te regala la vida y que te convierten “en mejor” por el simple hecho de esforzarte a darles lo mejor de ti, y demostrarles que eres una persona algo especial y digna de su amistad. También se pueden descubrir nuevas aficiones e incluso nuevos lugares…
Me enfrentaba a un reto nuevo: sacar lo mejor de mi para “cosas” por las que no me pagarían sueldo alguno. Descubrí que soy barato de vivir y que necesito poco, casi nada para ser feliz. “Mis ganas” vinieron envueltas de retos deportivos, acompañados de una vida “saludable” con planes de entrenos incomprendidos por los mortales, como antes, como cuando hacía atletismo o ciclismo junto a mis hermanos.
Así que hice lo que me vino en gana, especialmente deporte, sobre todo natación&ciclismo&carrera…dicen algunos que se llama Triatlón. Para mi, cada día más, una manera de pasar por la Vida rodeado de agua, viento y tierra…(por cierto, gran Blog)
Conocí mejor a personas (gracias Jose Titán, mi Rubi, A. Foncu, Mi&Jo, Ru&Cris, Isaac…), olvidé a otras (…¿…?...no me acuerdo) y me encontré con otras tantas, y benditos nuevos encuentros (Bruzón’s family, Beli, Alfonso, Andrés, Mery, María, Ro, Jose, L. Flores, A. Soto, Ramón&Gerardo&Juanjo&Raul&Chon&Noemí&María, Oscar, JM&Laia…) Es un clásico, lo se, pero que me perdonen los no identificados…
Descubrí nuevas aficiones: a quererme, a reflexionar sobre lo humano y lo divino (antes no tenía tiempo), un huerto (aún tengo tomates&berenjenas&pimientos, no se mueren ¡¡¡) y esto de enfrentarme a una hoja en blanco y llenarla de letras con un supuesto orden y del interés de algunos insensatos.
Y lo mejor, visité y respiré lugares…menos de lo que me hubiera gustado, pero Huesca, Zaragoza, Mallorca, Barcelona, Thailandia, Granada, Cáceres estuvieron en nuestra agenda…
En resumen, tras el Sabatismo, uno no es el mismo, es mejor…al menos yo me siento así. Escucho más, callo más (sin escuchar), siento más, disfruto más de menos,…y escribo más. Os dejo un botón de muestra...;-)
3 comentarios:
Pues si Javi, a veces, casi siempres, no es más feliz aquél que mas tiene, sino el que mas siente. Y es que la vida es mejor sentirla que vivirla...se puede pasar por ella y llegar al sabatismo, sin sabores ningunos, y volver de nuevo a la rutina...pero lo verdaderamente bonito es disfrutar de cada momento que pasa por ella.
Intento hacerlo cada dia, pero como sabes, "los coles" a los que tenemos que ir no nos suelen dejar hacerlo. En mi sabatismo de esta semana, he podido disfrutar de cosas primarias, respirar aire puro;del deporte; de la naturalez; de los animales; de la "zoleta"; de "la mulita"; de mi spimientos;de mis coles; de la cocina, cocinando para aquellos a los que quiero; he podido disfrutar del vino (que sabes que me gusta); de mi familia (entregando lo mejor de mi en cada momento)...
Hay que darle al importancia a las cosas que la tienen, y lo que realmente no tiene precio en esta vida, es la amistad, el cariño, el amor....y para eso son unicos los hijos te hacen ver las cosas con otra mirada.
Estás madurando como las verduras de tu huerto. Un abrazo de tu hermano Jose.
Aunque en la distancia, me hace feliz leerte, leerme y releerte. Por un momento me he sentido alguien, en la vida de un grande como tú. Que sinsentido tienen, los que aman al trabajo como a ellos mismo, y no como una arma para seguir viviendo. "Soy barato de vivir", ¡¡¡Que grandeza!!!
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